Los anfitriones de Airbnb se manifestaron ayer frente al ayuntamiento de Barcelona a favor de una normativa razonable que regule lo que ellos llaman Home Sharing.
En el acto hubo intervenciones megáfono en mano donde algunos de los anfitriones contaron sus experiencias personales de como, sin los ingresos de Airbnb, les sería difícil subsistir o la de un comerciante de Horta que manifestó su gran rechazo a los lobbies turísticos y su apoyo a la economía colaborativa. También se corearon algunos eslóganes de los cuales el más curioso fue el de una anfitriona que decía por el megáfono: te dejamos los CDS, los libros y hasta la nevera 🙂
A los asistentes nos colocaron una llave azul como colgante y una pegatina de llave que simboliza la actividad de compartir casa y nos ofrecieron a firmar unas unas papeletas en apoyo del home sharing. Había pancartas con mucho colorido y todo sucedió en un ambiente de buen rollo general, donde quedaba muy claro lo que Airbnb quiere hacer llegar a los demás de las bondades de su modelo turístico:
- Beneficia a los pequeños negocios locales.
- Ayuda a la descentralización del turismo que se encuentra excesivamente concentrado en unos pocos puntos de la ciudad.
- Potencia el interés por los barrios fuera del centro (ahora que Turismo de Barcelona están lanzando sus planes de los distintos distritos).
- Facilita que ciudadanos de a pie participen en los beneficios del negocio turístico.
- Ayuda a las economías con problemas en tiempos de crisis.
En mi opinión, al contrario que los que se pronunciaron en contra del lobbing turístico durante el acto, creo que esto es un evento más dentro de una estrategia, precisamente, de lobbing turístico o algo muy parecido, y bastante buena a mi entender. Solo que de un tipo de turismo distinto que se está abriendo camino desde hace unos años y que se engloba en el movimiento de la economía colaborativa, en el cual los particulares y ciudadanos, que forman su base, están participando activamente.