Música digital y apartamentos turísticos ¿Se parecen en algo?
En su día, cuando aparecieron formatos como el mp3 y se popularizaron las descargas, se debatió acerca de si las nuevas formas de compartir música entre particulares debían de considerarse legales o eran piratería.
Napster fue pionera, tanto en permitir el intercambio de archivos, como en tener dificultades legales por infringir los derechos de propiedad intelectual. Finalmente, en 2001, un tribunal le ordenó que impidiese el intercambio de música protegida por copyright en su plataforma, lo cual supuso su cierre.
Luego fueron apareciendo compañías que decidieron tomar otro camino y buscar formas de adaptarse a la legalidad. Basándose en tecnologías que controlaban el uso o la copia del contenido protegido, surgieron negocios como Spotify o Itunes que se han convertido en canales legales de distribución de música digital.
Entre lo que sucedió con la música y lo que está pasando con el alojamiento turístico hay muchas diferencias pero ¿no podría existir algún paralelismo que nos diese alguna pista de como podría evolucionar el sector en los próximos meses?.
Cataluña esta en pleno proceso de aplicación de su norma de apartamentos turísticos que aprobó hace dos años y últimamente han sucedido un par de cosas que me parecen reveladoras.
Modelo Spotify: buscando el camino legal
A principios de septiembre, se supo que la Generalitat ha alcanzado un acuerdo con Booking.com para que todos los pisos que comercializa sean legales y expulse de su web a los ilegales. Aquellos apartamentos situados en Cataluña que no incorporen en sus anuncios el número de licencia, obligatorio según la nueva norma catalana, desaparecerán de los listados y se exigirá que todas las incorporaciones a partir de ahora tengan licencia.
Esto se hará incluyendo un nuevo campo a rellenar en el momento de registrar un apartamento situado en Cataluña que impida que se pueda hacer el alta cuando no exista el número de Registro de Turismo de Catalunya (RTC) .
Para evitar que la compañía pierda muchos clientes se le ha dado un plazo de 4 meses para que depure su oferta, lo cual se calcula que va a suponer la desaparición del 20% de sus propiedades en Cataluña.
Booking.com no es la primera comercializadora en optar por el camino de la legalización de la oferta que ya tomó en su momento Interhome.es, una operadora suiza que hizo previamente una labor de pedagogía entre sus propietarios, mayoritariamente extranjeros, convenciéndoles de la conveniencia de legalizar. Como también ha sido el camino elegido por otras empresas que operan desde Barcelona.
En un primer momento, las plataformas de apartamentos reconocen que han tenido pérdidas, como en el caso de Interhome que dice haber perdido entre el 15-20% de sus propiedades (lo cual les ha sorprendido gratamente ya que pensaban que las pérdidas iban a ser mayores). Pero, a la larga, esperan contribuir a la sostenibilidad del negocio y del sector.
Pero el caso de Booking.com, que es junto con Expedia una de las mayores agencias de viaje online del mundo, se ve como un mensaje a toda la industria y se espera que provoque un efecto dominó.
Y es que parece que las comercializadoras están empezando a dividirse en dos grupos: los que cumplen la legalidad y los que no. En este contexto ha surgido alguna nueva plataforma como La Comunity que anuncia expresamente en su publicidad que se trata de una opción legal de apartamentos turísticos.
Los rebeldes del alojamiento turístico ¿Hacia un momento Napster?
La Generalitat ha estado últimamente haciendo inspecciones a las comercializadoras de apartamentos y ha emitido requerimientos a 17 de ellas para que cumplan con la normativa de apartamentos vigente.
Pero algunas de esas comercializadoras no parecen especialmente interesadas en cumplir con los requerimientos del gobierno catalán y cuestionan e incluso han presentado alegaciones a su normativa contratando a los mejores abogados especialistas.
Los técnicos de la Generalitat han estado profundizando en el conocimiento del sector y dicen sentirse en muchas ocasiones como David contra Goliat frente a las multinacionales con sedes fuera de Cataluña y de España.
Éstas se apoyan en normas de la UE que son muy favorables para la economía digital que se ve como algo bueno para la innovación y la competencia. Parece que no esta del todo claro hasta que punto las plataformas tienen responsabilidades respecto de los servicio y productos que comercializan. Existen casos en los que dichas plataformas no se consideran responsables cuando se entiende que son es neutrales, actúan como meros espectadores y su actividad se limita a dar información y a hacer publicidad.
La idea que hay detrás de las impugnaciones que han presentado estas plataformas es que ellos no actúan como intermediarios sino que se limitan a poner en contacto a los oferentes y demandantes de alojamiento, que son los que contratan entre si. Pero a mi me parece difícil que se llegue a aceptar esta versión.
Airbnb es una de las que defiende su neutralidad y no se siente responsable de las ilegalidades que se cometan en su plataforma. Sin embargo ya hemos visto en este artículo como hace tiempo que aprendió la lección de que no puede desentenderse cuando las cosas salen mal entre el anfitrión y el huésped y ofrece un seguro de 50 mil euros que protege al propietario y un servicio de atención al cliente que protege al huésped. El propio mercado se encargó de desmentir la teórica neutralidad de la plataforma y me parecería bastante extraño que el regulador de una futura normativa europea para el sector la aceptase.
Las plataformas de apartamentos actúan de centrales de reservas, realizan cobros y pagos, gestionan los mecanismos de valoración y dan servicios de atención al cliente, lo cual las convierte evidentemente en intermediarios cuyo papel va más allá de meros anunciantes.
A veces Airbnb ha argumentado que, siendo una plataforma global, cumplir con la gran variedad de normativas nacionales, regionales y locales que existen es una carga excesiva. No se que recorrido puede llegar a tener a la larga un argumento que viene a decir algo así como: somos demasiado grandes para escuchar vuestros pequeños problemas o aquellos asuntos que podáis tener en tal o cual barrio o ciudad con el acceso a la vivienda o con el turismo descontrolado, no van con nosotros.
Esta ausencia de voluntad o flexibilidad para adaptarse a las distintas sensibilidades locales puede empezar a pasar factura llamando la atención sobre las limitaciones de un modelo de negocio excesivamente basado en ser disruptivo, cambiar las reglas del juego, sean o no necesarias, y dominar el mercado a nivel mundial.
¿Estarán entrando estas empresas en su momento Napster?
La economía colaborativa a debate al más alto nivel en EEUU y la UE
En EEUU el debate acerca de la economía colaborativa acaba de llegar al congreso donde se ha creado una comisión que va a estudiar la influencia que está teniendo en los consumidores, el mercado laboral y en la política.
En él se van a escuchar expertos que darán su opinión como, por ejemplo, un conductor que lleva tiempo ganándose la vida en Uber o economistas preocupados por los riesgos que el gran crecimiento de la economía colaborativa está empezando a hacer evidentes:
Muchas de nuestras regulaciones tienen objetivos públicos importantes, Si la economía colaborativa se utiliza para eludirlas, entonces supondrá costes sustanciales para nuestra sociedad.
En la UE también preocupa el tema. En septiembre se ha reunido el Foro del Turismo Europeo donde se debatió acerca de la economía colaborativa. La normativa catalana se contempla como un éxito en Europa y Marian Muro, la Directora General de Turismo de la Generalitat, fue invitada para explicarla.
Avances en la regularización en Cataluña
Mientras tanto, el proceso de normalización de los apartamentos turísticos en Cataluña sigue su curso desde que se promulgó la normativa en 2012. A finales de agosto de este año hay legalizados 45.111 apartamentos en toda Cataluña.
Se trata del tipo de alojamiento que representa el mayor crecimiento en la recaudación de la tasa turística y, a la vista de este potencial, La Generalitat va a introducir un cambio en la normativa para que las comercializadoras puedan recaudar e ingresar estos cobros en lugar de que lo tenga que hacer directamente el propietario.
El territorio que va a la cabeza de la regularización de apartamentos es Girona que agrupa al 41.5% de todos los apartamentos legales de toda Cataluña. Según dicen allí esto se ha conseguido por medio de una combinación de información, concienciación, inspecciones y sanciones.
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